¿Cómo le explico que ni yo entiendo el día a día sin ella?
¿Cómo le aseguro que ni bien pueda ser definitivo, voy a volver a buscarla?
¿Cómo le digo que tuve que dejarla sola por su bien? Jamás lo entendería.
Y tampoco jamás accedería a volver a mis brazos si ya la abandoné una vez.
Tendré que verla crecer a través de otras,
de verla toparse con los obstáculos sin poder ayudarla,
tendré que soportar verla feliz sin poder acompañarla y besarla a modo de felicitación.
Ojalá un día volvamos a encontrarnos.
Ella siempre va a ser mi ángel y me encantaba decírselo disimuladamente,
solo para ver como se le iluminaban los ojos al escucharlo,
adoraba que me mire entusiasmada, que me defienda con su máxima energía, que me cuide con tal intensidad.
Lo que más quería de ella, era que me acompañe en mi camino.
Lo que ella quería de mí, principalmente, era que me quedara a su lado sin importar lo demás.
Cumplió mi deseo hasta que yo mismo se lo permití.
Nunca cumplí el suyo, dejándola sola..
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